Bruselas impone un impuesto a los locales de ocio por bailar

Las autoridades de Bruselas están aplicando uno de los gravámenes fiscales más oscuros de toda Europa: un impuesto por bailar.  

Cafés, bares y discotecas deben pagar al gobierno 40 céntimos por cada uno de sus clientes que baile, por noche. Este impuesto fue introducido en el año 2014, pero no ha sido hasta ahora (previa campaña navideña) que las autoridades están reclamando los impuestos impagados.

Uno de los clubs de Bruselas, que recibió  una factura de casi 2.000 euros por dicho concepto, ha pedido a sus clientes irónicamente mediante carteles que “dejen de bailar”.

"El inspector de Hacienda nos explicó que el impuesto se basa en el número de personas que están bailando", afirmó Nicholas Boochie, director artístico de Bonnefooi, a la web local Bruzz. El impuesto ha planteado una pregunta sobre la que nunca antes habíamos pensado que tendríamos que reflexionar: "¿Es estar con los brazos al aire estar bailando?" preguntó Boochie, probablemente buscando una manera de evitar el pago del impuesto.

Según el Departamento de Finanzas de la ciudad, el baile público es un negocio costoso para Bruselas, "conlleva gastos adicionales, en concreto en el campo de la seguridad, paz pública y orden público". El 'impuesto de baile' cubre estos gastos.

Parece que Bonnefooi no será al único al que se le aplicará una ley retrospectiva: "a veces los impuestos se aplican, pero no hay suficientes funcionarios para recogerlos", dijo Marc Van Muylders, de Horeca Bruxelles. 

Boochie dijo que prefiere usar esos 2.000 € para traer más artistas a su club. "Primero pensé que era una broma, pero resulta que va a ser verdad" añadió.

Fuente: telegraph.co.uk